En Mali, debido a los enfrentamientos entre el ejército del propio país y los refugiados tuaregs, ha habido una éxodo de refugiados malienses hacia Mauritania.
En total, se calcula que unas 30.000 personas (refugiados malienses) se han instalado en campos improvisados de Mauritania como son "Fassala" y "Mberra", situados ambos en el sudeste de Mauritania.
Estos refugiados malienses están desprovistos de los medios de subsistencia más básicos, a los que hay que añadir las grandes dificultades que ya de por sí atraviese la población local.
Médicos Sin Fronteras está ayudando de forma médica y nutricional tanto a los refugiados malienses como a la población local.
Médicos Sin Fronteras va a enviar 26 toneladas de material logístico y médico al campamento de Mberra, donde "viven" 28.000 de los 30.000 refugiados malienses que hay en Mauritania.
Los refugiados malienses, antes de llegar a los campementos improvisados, han tenido que viajar durante varios días y además de ello lo han tenido que hacer privados de sustento básico para comer y beber.
Los campamentos de refugiados malienses se encuentran en medio del desierto donde el agua es un bien muy escaso. Además las comunidades están aisladas, ya que hacen falta 6 horas de viaje para llegar al hospital más cercano situado en la ciudad de Nema a 200 kilómetros de los campamentos de refugiados malienses.
Médicos Sin Fronteras quiere construir un centro de salud en el campamento de Mberra para que puedan actuar con mayor rapidez ante casos graves y detectar a los niños en riesgo.
En los campamentos hay mujeres embarazados y niños con malnutrición moderada y severa.
La gran cantidad de refugiados malienses se debe, además de los conflictos armados entre ejército maliense y los tuaregs, a las malas cosechas de la zona del Sahel, que derivan en precios elevados de los alimentos por culpa de la sequía y de la especulación de los mercados alimentarios.
FUENTE: Malienses en Mauritania por hambre
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